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Antiguamente las pulidoras de suelos tenían que pesar mucho, debido al sistema de rebaje utilizado que se basaba en la abrasión (piedras de pulir). El antiguo sistema de pulido de pavimentos con abrasivo de magnesita, cemento o carburo de silicio, necesita mucho peso para ser efectivo, ya que dicho material si no trabaja con peso no es efectivo.
A esto hay que sumarle que los fabricantes de pulidoras tradicionales de suelos no pensaban en los pulidores de pavimento sino en su facilidad de fabricación, ya que instalaban sus pesantes motores trifásicos detrás de la pulidora, justamente encima del eje de las ruedas y a un metro del cabezal, por lo cual teníamos una máquina de 160 kg de los cuales sólo 80 inciden en el cabezal, siendo estos los únicos útiles en el rebaje
Por suerte hoy tenemos la pulidora satélite de suelos, con el motor encima del cabezal para aprovechar el peso del motor. A esto hay que añadirle que en la actualidad los diamantes que trabajan por corte y no por abrasión, pudiendo tener una pulidora de suelos mucho más ligera. Si sumamos estas dos variable, hoy en día una pulidora satélite de 80kg rinde más que una pulidora tradicional de 160 kg, con la consiguiente mejora en su maniobrabilidad tanto en el trabajo como en su transporte.
Fotografía de una vieja y pesada máquina de pulir pavimentos tradicional
